¡Un día a la vez!
Cuando no entendás ni lo que sentís y no sepás por dónde empezar, solo respirá.
Quedate quieta y respirá.
Cuando el peso del mundo y los problemas se arrastren colgando de tus pies, pensá que todos los caminos que has andado, se han caminado un paso a la vez.
Todo lo que has vivido, todos tus viajes físicos y emocionales no han sucedido sin un antes y sin un después, todo ha tomado su tiempo y a todos tus destinos has llegado, viajando un día a la vez.
Puede que cuando veas hacia atrás, no entendás ni como saliste de aquella situación y puede que tengás la sensación de que todo siempre pasó muy rápido, pero no, no fue así. Que no se te olvide nunca, que todo pasó un momento y un día a la vez.
Todos esos recuerdos, los felices y los no tanto, todas esas experiencias han pasado un día a la vez, una cosa a la vez. Una sonrisa y una lágrima a la vez.
No te dejés abrumar por la realidad que solo sabe vivir en el hoy y en el ahora, dale la vuelta a ese sentir y pensá que por algo es que funciona así, porque sino, ¿cómo haríamos para resolver todo de una sola vez?
No aprendiste a leer en una mañana. No saliste del colegio en una tarde. No aprendiste a ser mejor hermana, amiga ni esposa, en un par de horas. Tampoco aprendiste a ser mamá en un curso de fin de semana.
Seguís aprendiendo cada día, y entre más aprendés, más sentís que necesitás saber, ¿cierto?
Pues bueno, todo, absolutamente todo en esta vida, ha sucedido y seguirá sucediendo un día a la vez, una emoción a la vez y un intento a la vez.
No te dejés desesperar por el tiempo en que otros quieren que vos respirés o reaccionés. Solo nosotros sabemos cuanto nos cuesta purgar un sentimiento, una pena, un malestar…
Si hay algo que es sagrado y que es tuyo y de nadie más, es el tiempo que se te está dando para que vivás.
Así que sentite en todo tu derecho y con toda libertad de vivir un día a la vez, a tu ritmo, a tu tiempo y al paso que dicte tu corazón.
Llegarás más feliz y mejor, donde sea que vayás, si te permitís vivir un día a la vez.
Recordar el Ho´ponopono en momentos de crisis, siempre me alivia:
¨Lo siento, perdón, gracias, te amo¨ decilo cuántas veces lo necesités, ya sea para vos misma, para alguien mas o alguna situación en particular.
Respirar, soltar, no dejar que el agobio nos nuble..¡UN DÍA A LA VEZ!