Adiós al reinado del homofóbico
En mi familia tenemos muchos homosexuales, fácilmente podría ser en equivalencia a la cantidad de machistas que habían. Digo habían, porque luego de que los principales ¨MACHOS¨de la familia tuvieron hijos gay, el asunto dio un vuelco total.
Es muy fácil para mi recordar frases como:
¨No sea playito, no llore así¨
¨Los hombres hacen las cosas con huevos¨
¨En mi casa no voy a aceptar un maricón¨
¨Deje ese habladito de marica¨
Eso era el pan nuestro de cada día. Uno como niña, soportaba otras como: ¨Sírvale a su papᨠ¨Las niñas no se sientan así¨ ¨Ayude en la casa, pero su hermano no¨
Es decir, muchas personas de mi generación y más, crecimos en ambientes machistas y homofóbicos ¡TODO UN PARAÍSO! y a pesar de eso, el día de hoy somos fieles defensoras de los derechos igualitarios.
¿Cómo no vamos a serlo? Crecimos viendo como todo un macho alfa, se doblegó ante el amor. Mi papá, machista y homofóbico, terminó dejando de serlo por amor a mi hermano y así todos en la familia.
Los chistes de maricones se acabaron, el respeto entró en la familia y hoy en día no le aguantamos un desprecio a nadie por ninguno de nuestros miembros.
Los más pequeñitos, es decir mi hija y l@s hij@s de mis primas y primos han sido educados en la tolerancia y más que la tolerancia, el amor.
Sólo así, sólo enseñando en el hogar que un tío no deja de ser tío, que un hermano o un hijo no dejan de serlo por sus preferencias sexuales, podemos esperar un mundo mejor para todos.
Hoy, esos niños a los que amedrentaron con frases machistas, crecieron y se convirtieron en adultos respetados, adultos que nos recuerdan que el reinado del homofóbico se terminó y con ellos inició el cambio.
Desde 1990, la OMS celebra el 17 de mayo como el Día internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, ya que la OMS eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales.
¿SE IMAGINAN? Antes de 1990, si ud era gay, era considerado un enfermo mental ¡QUÉ DURO! por dicha los tiempos cambian y hoy en día la lucha está más fuerte que nunca. Yo la seguiré dando hasta el final.
Si vos viviste lo mismo en tu familia, me comprendés perfectamente y sabés que somos parte del cambio, que nuestro trabajo es educar personas libres de prejuicios, personas de amor.
