Frases de mamá machista

Si el machismo es triste, es aún peor cuando viene por parte de las mujeres. Súmele 100 puntos si lo vivimos en la misma casa, con nuestras abuelas o madres.

Hicimos mesa redonda, varias compañeras de trabajo de diferentes edades y recopilamos los siguientes  momentos que aún se escuchan en muchos de nuestros hogares:

-Sírvale a su papá. Sí, aunque no lo creamos, al hombre se le sirve ¡y de primero! Claro que mi papá sabía que conmigo no se lograba y se servía él.

-Le voy a alistar la ropa a su papá. Increíble pero cierto, muchas de nuestras madres tienen más de 30 años de estarle alistando cada día la ropa a su marido. Ojo que no estoy hablando de lavarle y plancharle, si no de ¡PENSAR Y ALISTAR EL LOOK DEL SEÑOR DE CADA DÍA!  Una compañera dice que la tía, le alista el paño y las chancletas al señor para cuando salga del baño, y hasta lo espera para recogerle la ropa sucia. 

-¡YO NO SOY LA EMPLEADA DE LA CASA! ¡Póngase las pilas a ayudar! se referían a barrer, lavar baños, lavar trastos y el comentario va en exclusiva para las mujeres del hogar. A los machos, no les piden ni que lleven el plato al fregadero.

-Esa comida que está ahí es de su hermano, hágase un huevo.  ¡¡AUXILIO!!

-¨Es mejor ser deseada y no sobrada¨ ¡Desde siempre nos cortaron la posibilidad de mostrar deseo!

-¨Si no le ayuda a ese muchacho ¡se le va a ir! ¨ jajajajajaja se refieren a cuando uno al fin topó con una pareja que hace labores en el hogar. Estoy completamente de acuerdo en que las labores son compartidas, pero para las mamás machistas, un hombre que hace oficio, es un hombre raro que se va a ir con la primera que pase por el frente si ud no se pone las pilas con la escoba. 

-¨Una mujer tiene que saber hacerse sus propias cosas¨  ¿Cómo y si uno paga para que alguien se las haga no es válido?

-¨Lo mejor sería que dejara de trabajar y se quedara en la casa con los chiquitos¨  ¿WHAT? yo creo que a los papás nunca les dicen eso.

-¨Es muy feo que una mujer hable así¨  ¡PLOP!

Muchas de las madres machistas se sienten mucho más orgullosas de ir a las casas de sus hijas y encontrarlas absolutamente limpias y ordenadas, que por los logros profesionales que esa misma hija tenga. No son culpables, las criaron así.

Afortunadamente, creo que ya en muchos de los NUEVOS hogares que hemos formado, las labores de todo índole están repartidas, nuestras hijas e hijos saben que ambos son iguales de valiosos y no hay diferencias en la crianza .

Ese cambio vino en nuestra generación, podemos sentirnos orgullosas. ¡NO AFLOJEMOS!