Volverse a enamorar…Tras un divorcio.
Les he contado varias veces todo mi proceso divorcio ¡uff eso fue desgastante! Pero no les he contado como fue que luego de toda esa tormenta me volví a enamorar.
Cuando uno está mal en un matrimonio y sueña con salir de ahí, es muy probable que mil veces diga: “Si salgo de esta, nunca más me vuelven a agarrar” y lo dice de todo corazón.
Es tanto el anhelo por la libertad, que uno solo imagina la maravilla de volver a sentirse dueño de su tiempo, de su espacio ¡DE SU VIDA!
Con esa ilusión se logra superar el proceso abogados, ofensas del susodicho, tristezas de los familiares, amigos y propias y todo el desastre económico y sentimental que implica reinventarse.
Bueno, pues ya por pasada la calle de la amargura, recuperada del susto, el terror y todo eso, pues como que ya va uno viendo a un ladito y otro, lo que la vida le va ofreciendo.
¡Y aquello es como un supermercado del desastre! Ahí en la recién estrenada libertad, aparecen propuestas de todo estilo:
-El que siempre nos llevó ganas.
-Al que siempre le llevamos ganas.
-El que jamás vimos y mirá vos..
-El nuevo nuevo de paquete.
-El reciclaje
-El que nos recomendó una amiga
-El de Tinder (yo nunca le entré a eso)
-El compañero de la oficina
-El ex (pero otro porque el recién jamás).
Según la etapa que estemos viviendo, pues una canita al aire se nos puede hacer divertido. ¡O DOS O TRES! Cada quien sabrá que es lo que en ese momento de la vida ocupa.
El sexo por diversión, o por acabar con la sequía es una buena alternativa para quienes venimos hartas de tanto daño de corazón. ¡Obvio siempre con protección!
Luego de unas cuantas veces de eso, es probable que ya no le encontrés la gracia y te empiece a hacer falta el cariñito en el sexo. ¡Qué pereza!
En ese punto, es muy probable que ya empecemos a valorar que es lo que queremos. Esto por supuesto tiene un ritmo distinto en cada una. Algunas optarán por seguir sin sexo, otras por seguir con sexo sin amor y otras pues…¡VOLVEREMOS A CAER!
¡Yo caí! Me fui sin frenos y derechito al enamoramiento total y absoluto.
De eso ya han pasado AÑOS y abrirme a la posibilidad de volver a sentir amor, fue lo mejor que me pudo pasar.
No me volví a enamorar como antes, lo hice mucho mejor.
¿Cómo que mucho mejor?
Cuando ya uno ha estado casado y sabe que el amor se puede destruir, ya no comete tantos errores.
Ahora sabe que el amor se cuida, se valora, se defiende, no se mancha…
Volver a encontrar amor, es como encontrar agua en el desierto ¡Más en estos tiempos donde todo es desechable!
Volver a encontrar amor y sentirlo tan certero en el corazón, no es algo para tomarse a la ligera. Hace años caminamos juntos de la mano por valles de muchas flores y unas muy poquitas espinas. Esas espinas han servido para seguir corroborando el sentimiento profundo y comprometido que nos tenemos.
Volver a enamorarse luego de un divorcio, es un acto de entrega total, ¡ahora sí que sabemos lo que estamos dando! pero para que funcione, debemos aprender de los errores del pasado.
Ahora nos lanzamos al amor y disfrutamos de todas sus mieles, teniendo muy claro que es lo que queremos y que es lo que no estamos dispuestas a perder. Amar con mucha más claridad, de una manera más madura. Amar con el corazón pero también con la cabeza. Amar y ser amadas, todo un privilegio que no debemos olvidar, ni mucho menos dejar de intentar.
Todo a su tiempo…